Un equipo en problemas puede llegar a ser una gran distracción para la organización. En las niveles de management por debajo de la top management hay confusión, duplicación y falta de claridad sobre la dirección.
Es común ver a los miembros del equipo luchar abiertamente por el control de la agenda del equipo, lo que resulta en comportamientos disfuncionales dentro y fuera de la sala de directorio. Se desperdicia una enorme cantidad de esfuerzo a la que se le añade la complejidad por maniobras políticas y la necesidad permanente de cubrirse las espaldas. El líder, a menudo, se encuentra distraído y tiene poco interés en el funcionamiento colectivo del equipo.
Un equipo en problemas puede llegar a ser una gran distracción para la organización. En las niveles de management por debajo de la top management hay confusión, duplicación y falta de claridad sobre la dirección.